Anuncio concienciador a la par que realista .
En él podemos ver cómo los niños actúan según sea el comportamiento de sus padres, recordándonos que los hijos son el reflejo de estos.
El anuncio comienza con una niña, comportándose como lo hace su padre. Seguidamente, aparecen en escena una madre y su hija hablando por teléfono, el cual es golpeado por la madre por lo que parece ser un repentino enfado, comportamiento que la hija imita. Un hijo y su padre esperando al metro es la imagen que aparece a continuación, donde impacientes ambos miran el reloj y las vías, ansiando su llegada. Puesta en escena de una madre fumando, seguida de su hija realizando el mismo acto, ambas con cigarro en mano mientras suben unas escaleras mecánicas. Y una serie de comportamientos sucesivos siguientes a este, como un padre tirando basura a la calle, una madre vomitando, otra discutiendo desde su vehículo con otro paralelo a éste, un jefe gritando a su empleado, un padre lanzando piedras a una caseta de perro... todo esto seguido del mismo comportamiento por parte de sus hijos. Sin duda, el más impactante es el del maltrato a la mujer, que es con el que se finaliza el anuncio.
El anuncio emplea una música lenta, que nos hace fijarnos más en los pequeños detalles y que hace que nos concienciemos de lo que está ocurriendo, puesto que acompaña al desarrollo total del anuncio.
Anuncio sin textos, en el cual predomina sobre todo el lenguaje no verbal y las expresiones faciales. Se transmite a través de los movimientos, gestos, sin necesidad de emplear diálogos.
Los niños son esponjas que se quedan con todo lo que ven y oyen, no es ningún secreto. Es por esto, por lo que lo más importante para educar a los hijos es mostrarles con el ejemplo propio cuál es la forma correcta de actuar en las distintas situaciones. De nada sirve hablarles de tolerancia igualdad o respeto por sí mismos y por el prójimo, si después sus padres no lo llevan a cabo.
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